El proyecto de “Impulso de medios de vida sostenibles y promoción de comunidades solidarias para población Colombiana con necesidad de protección internacional (PNPI) junto a la población local vulnerable”, más cariñosamente conocido como “Proyecto Fénix”, marcó el comienzo de una transformación completa para las y los beneficiarios, así como para la Asociación Civil Uniandes y sus equipos de trabajo.
Según información reseñada por ACNUR, “Una población con Necesidad de Protección Internacional (PNPI), son todas aquellas personas quienes, por motivos ajenos a su propia voluntad, han tenido que huir de su propio país para proteger sus vidas y/o libertades fundamentales”; y no han podido acceder a los procedimientos en el país de acogida, o se les ha negado por aplicación restrictiva de la definición de refugio.
Durante los primeros años, Uniandes ejecutó el proyecto como socia de Acción Campesina, una de las 19 asociadas del Grupo Social Cesap, y es a partir del año 2018 que se inicia la ejecución de forma independiente, manteniendo siempre la relación directa con el resto de las organizaciones ejecutoras a nivel nacional.
Desde el 2018, con un equipo conformado por más de 20 personas, se logró fortalecer 78 comunidades en 11 municipios de los estados Mérida, Táchira y Apure. Beneficiando a 9.867 personas de manera directa o indirecta a través de la formación constante, mecanismos de protección, el impulso de huertos familiares y comunitarios y el desarrollo de emprendimientos.
El paso inicial por parte de los equipos durante cada una de las fases del proyecto, fue la realización de las reuniones informativas y de sensibilización con los líderes y lideresas comunitarias, sobre los alcances y acciones del mismo.
A través de estas primeras reuniones, comenzaron a organizarse los talleres del primer componente, “Familia y Valores”; y con el tiempo se incorporó el Apoyo Psicosocial. Una iniciativa que tenía como objetivo fortalecer la integración entre las PNPI y la población local, ya que por mucho tiempo vivieron en aislamiento porque ellas mismas tienden a invisibilizarse, debido a los temores propios de su situación migratoria, quedando desprovistas de todo tipo de beneficios.
A través de 84 talleres, de dos sesiones cada uno, se habló sobre la integración comunitaria, la importancia de los valores dentro de la familia y el acceso a mecanismos de protección. La mayoría de las personas en condición de PNPI desconocían que tenían derechos.
Por otra parte, se organizaron 112 encuentros comunitarios con un enfoque recreativo y/o cultural binacional con el objetivo de liberar las tensiones y fomentar la integración comunitaria. Ahora, se siente la integración en cada gesto de solidaridad, de compañerismo, de cooperación entre los miembros de las comunidades.
En este sentido, el apoyo psicosocial comunitario fue otro de los temas que se abordó a través de 40 talleres en todas las comunidades. Sirviendo como espacio para promover el bienestar, la resiliencia y el autocuidado, además se ofreció atención psicosocial individual a 407 personas (81% mujeres) con la participación de un equipo capacitado y sensibilizado en los primeros auxilios psicológicos, impactando positivamente en la salud mental de las personas.
De igual manera, se brindó apoyo a 99 personas vulnerables para la realización de consultas médicas, exámenes, radiografías, medicinas o tratamientos en caso de enfermedades agudas o crónicas (64% mujeres).
“A partir de Fénix, Uniandes vuelve a las comunidades y amplía su acción en ámbitos geográficos no explorados”, nos explica su Coordinadora General, Xiomara León.
El proyecto Fénix abordó 78 comunidades inhóspitas de 3 estados del país. Desde Caño Caimán, en el municipio Alberto Adriani del estado Mérida, pasando por Corozal y Llano Alto en el municipio Páez de Apure, hasta Llano de Jorge en el municipio Bolívar de Táchira. Todas estas zonas con una alta vulnerabilidad con respecto a la seguridad alimentaria.
A través del componente de “Seguridad Alimentaria” se realizaron 84 talleres sobre la obtención de semilla y plántulas. También se instalaron 513 huertos familiares, 116 huertos comunitarios y 240 composteros con el debido acompañamiento por parte de las y los ingenieros agrónomos que participaban en los equipos.
A medida que iban avanzando las fases del proyecto, los equipos encontraban nuevas necesidades y oportunidades de formación para que las personas pudieran transformar todos los insumos que obtenían de los huertos y composteros. Por lo que se realizaron 84 talleres de alimentación saludable y conservación de alimentos, instalación de tres (3) viveros de plantas arbóreas autóctonas de cada zona y se continuó con el seguimiento y acompañamiento a huertos de fases anteriores (506 familias en total).
Además se impulsaron actividades prácticas con los niños, niñas y adolescentes de cada comunidad, iniciativa fundamental para incentivarlos a incorporarse a la producción en sus huertos familiares, y despertar en ellos el amor por la tierra.
Trabajar la tierra no solo requiere de una fuerte voluntad individual y colectiva por parte de las familias y las comunidades. Se necesita contar con los medios para poder hacerlo. Es por ello que a través del proyecto Fénix se entregaron 522 Kits de herramientas e insumos, como palas, rastrillos, machetes, mangueras, semillas y lombrices rojas californianas.
Además se hizo la entrega de 130 balanzas, así como la instalación, seguimiento y mejoramiento de tres (3) bancos de semillas y la instalación de cuatro (4) viveros de plantas medicinales y aromáticas.
La crisis económica que se vive en Venezuela, afecta de manera mucho más intensa a las comunidades que se encuentran lejos de los centros poblados principales de cada estado. Las comunidades abordadas por el proyecto Fénix, no son la excepción. Por esta razón se hacía necesario la incorporación de un componente que le permitiese a las personas, aprender sobre las diferentes alternativas que podían utilizar para salir adelante, una de ellas, es el emprendimiento.
“Gracias a ustedes todos los que estamos participando en los diferentes talleres, estamos fuera de toda actividad ilícita, aquí todo el mundo trafica con algo y nosotros estamos por el camino legal”.
Beneficiario del estado Táchira.
Se realizaron 86 talleres motivacionales y de sensibilización sobre la coyuntura que atraviesa el país y la necesidad de emprender para transformar sus realidades. Se impulsaron 87 talleres de oficios tradicionales y no tradicionales, 84 talleres para el desarrollo de capacidades y asistencia técnica sobre emprendimiento y desarrollo de planes de negocios y 52 talleres de estrategias de marketing.
A través de estos procesos formativos, las personas pudieron calificar para obtener uno de los 1.008 aportes de capital semilla que se entregaron mediante el proyecto Fénix. Sumado a ello, las y los emprendedores pudieron demostrar lo aprendido en las 26 ferias con productos artesanales y 10 ruedas de negocio en diferentes espacios de los municipios de cada estado. Además de participar por uno de los 192 microcréditos otorgados para impulsar los emprendimientos.
La experiencia del trabajo con las mujeres ha sido extraordinaria. Pasar de mujeres sin conocimiento acerca de sus derechos, de la existencia de una ley que las protege, de los tipos de violencia, a mujeres con herramientas para defender esos derechos, es un gran logro.
Para ello se llevaron a cabo 72 conversatorios, sobre el rol protagónico de la mujer y la familia, la violencia basada en género y la equidad de género, 24 actividades lúdico- formativas a niños, niñas y adolescentes sobre la equidad de género y las nuevas masculinidades, se conformaron 25 redes de protección que se convirtieron en la primera instancia de atención de casos de violencia contra la mujer en la comunidad.
De igual modo, se llevaron a cabo 71 actividades para el fortalecimiento de estas redes; y 9 charlas para sensibilizar a funcionarios receptores de denuncia del sistema de salud y/o de protección en cada estado.
La violencia estaba totalmente normalizada en las comunidades atendidas. Ahora tenemos mujeres empoderadas, que han cambiado su modo de ver la vida, proactivas, promotoras del cambio tanto en sus hogares como en su comunidad.
«Nunca pensé que podía llegar a ser tan productiva como lo estoy siendo ahora. Además, soy parte de una red que se encarga de algo tan importante como lo es la lucha contra la violencia a nosotras las mujeres. Ahora me siento útil».
Beneficiaria del estado Mérida.
Existen muchas comunidades en nuestro país, sobre todo las más remotas como las abordadas a través de Fénix, que padecen diariamente la escasez de agua potable debido a la falta de infraestructura o las condiciones insalubres que las pocas fuentes de agua mantienen.
Por esta razón, otro de los componentes que se ejecutaron en este extraordinario proyecto es el de Agua y Saneamiento, donde se realizaron 48 talleres sobre conservación del agua y saneamiento con métodos artesanales, se dictaron 72 talleres sobre instalación, cuidado y mantenimiento de los filtros, se instalaron 70 filtros comunitarios, 269 filtros familiares y 6 sistemas de recolección de agua atmosférica. Solo a través de este componente se han beneficiado más de 16.000 personas.
“Cuando trabajas en el ámbito humanitario, nunca quieres que los proyectos se terminen. Cuando llevas tanto tiempo visitando una comunidad y te conviertes prácticamente en parte de la familia de la gente, es muy duro decir adiós. Pero estamos muy satisfechos con las capacidades que se han instalado en todas las comunidades a lo largo de estos 8 años. Fénix ha marcado un antes y un después en todas las personas que han participado en él. Dejar de ser necesarios, es una premisa en el trabajo que realizamos”.
Xiomara León, Coordinadora Ejecutiva de Uniandes.
Un cúmulo de emociones se hacen sentir en las y los beneficiarios, como en los equipos que los acompañan cuando un proyecto dice adiós. Haciendo un repaso de todo lo que se ha logrado a través del proyecto Fénix a lo largo de estos 8 años de historia, en la Asociación Civil Uniandes nos sentimos satisfechas y satisfechos por todas las vidas que a través de este trabajo articulado hemos podido transformar positivamente; un objetivo que nos impulsa a seguir promoviendo con fuerza el enfoque de desarrollo en cada proyecto que llevamos a cabo. Agradecemos profundamente a cada persona que formó parte de esta experiencia por su compromiso y sensibilidad inquebrantable.
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Hermoso el trabajo realizado!… Debe ser una gran satisfacción para todos los que de alguna manera aportaron y contribuyeron en este maravilloso proyecto. Transformando vidas… Transformando realidades. Felicitaciones a UNIANDES AC y a todo el equipo de FRNIX 💫👏👏👏