“Mis hermanas menores y yo salimos temprano al mercado a pedir comida y dinerito para llevar algo para el almuerzo, no vamos todos los días a la escuela… no tenemos plata para ir… mi mamá dice que no vale la pena estudiar tanto.”
María de 13 años
La Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA), en el artículo 94, permite el trabajo de adolescentes a partir de los 14 años, siempre y cuando haya un equilibrio entre recreación y educación, además debe estar bajo la supervisión de los padres.
El marco legal de Venezuela también contempla organismos como los Consejos de Protección de niños y adolescentes, encargados de velar por los derechos y garantías, previniendo y sancionando la explotación, los abusos contra los adolescentes que trabajan para ayudar a sus parientes a llegar a fin de mes.
Desde el mes de agosto del año 2022, con el desarrollo del Proyecto “Somos Protección” de UNIANDES en los Municipios García de Hevia, Torbes y Ayacucho, inició un trabajo de prevención contra la violencia y el trabajo forzado infantil a través de charlas y atención de casos, consiguiendo la reinserción al sistema escolar de 29 niños, niñas y adolescentes, entre 11 y 17 años, que habían dejado el aula de clases para aportar al ingreso familiar.
El acelerado aumento de la inflación ha provocado que, en Venezuela, los adolescentes se vean en la necesidad de trabajar para ayudar a sus familias a cubrir las necesidades básicas.
Los niños, niñas y adolescentes que han participado en el proyecto manifiestan que, «aunque sus padres tienen empleo, lo que ellos ganan en sus trabajos no permitidos por el Consejo de Protección suma en el ajustado presupuesto familiar.»
También los infantes alegan que «el asistir a clases no les genera ningún ingreso y tampoco sus familiares cuentan con dinero para la compra de útiles y uniformes escolares para recibir la educación y que por ese trabajo no permitido ganan un promedio de 20 a 50 mil pesos colombianos diarios y en una semana puede reunir más que el salario mínimo mensual del país», aseverando que en algunos casos generan más dinero que sus padres en sus trabajos como peluqueros, docentes, vendedores informales, entre otros empleos.
Durante la entrevista a los niños, niñas y adolescentes expresaron frases que impactan en nuestro trabajo humanitario. Cambiaremos los nombres de nuestros participantes en el proyecto “Somos Protección” para proteger su identidad y acatar la jurisprudencia venezolana.
Ángel tiene 14 años de edad dice : «Trabajo para mi familia, para ayudarla, y no solo para ellos, sino para los medicamentos de mi mamá quien tiene un tumor en el cerebro ,,, mi hermano mayor que tiene 16 años trabaja en el mercado vendiendo verduras los fines de semana pero el salario no le alcanza y yo
tengo que buscar mi manera de trabajar para mí y mi mamá «, Dentro de unas semanas volverá al colegio, y aunque cursará el último año de secundaria, no tiene planes de ir a la universidad.
Carla de 15 años, comenta que no quiere estudiar y que debe seguir ganando dinero. Al informarle lo importante de asistir a la institución educativa y tener una profesión nos dice: «Ya sería después ver si sigo trabajando o estudio algo. Yo con mis 15 años ya siento que soy una persona mayor de edad, aunque no lo soy».
En Venezuela, la mayoría de las familias no tienen la capacidad financiera ni emocional de mantenerse y llevar un estilo de vida saludable. Tanto niños, niñas como adolescentes, se han visto en la necesidad de asumir roles que no les corresponden.
A los 15 años las adolescentes asumen la responsabilidad de crianza de sus hermanos y en el peor de los casos se convierten en madres adolescentes, luego de que sus progenitores consintieran relaciones con hombres adultos. En otros casos estas adolescentes realizan trabajos domésticos.
En la Asociación Civil Uniandes, nos esforzamos cada día para fomentar y promover más espacios y proyectos de protección, donde los niños, niñas y adolescentes puedan aprender sobre sus derechos y deberes y sentirse seguros para desarrollarse libre y sanamente.
Nancy Ibarra
Coordinadora Somos Protección Táchira.
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[…] es una iniciativa del Grupo Social Cesap en 12 municipios del país, impulsada a través de la Asociación Civil Uniandes en los estados Táchira y Mérida, promoviendo la participación ciudadana y el diálogo […]